- time2build
- Posts
- la importancia de convertirse en founder
la importancia de convertirse en founder
Steve Jobs y la autenticidad de un founder...

Película del 2002
Pasaron un par de semanas, pero estamos de vuelta. Más breve, pero no quería dejarlos sin time2build.
A finales del siglo XIX, el grand dramaturgo Oscar Wilde, escribió una comedia llamada “The importance of being Earnest”. Esta obra se ha traducido al español como “La Importancia de Llamarse Ernesto”.
Sin querer polemizar con los traductores y su infinita genialidad para traducir cosas que no necesitan traducción, o como en este caso, tienen otro significado por muy marginal que sea. Lamentablemente el juego de palabras no se traduce bien al español, y con ese pesar el traductor tomó una decisión.
Lamentable decisión.
Esta historia trata sobre dos aristócratas que intentan zafar de sus obligaciones sociales viviendo una doble vida, inventando un personaje llamado (oh, sorpresa) Ernesto. Este Ernesto se preocupa de conquistar a cuanta dama Victoriana se le cruzara.
En este newsletter reflexiono sobre los founders, en gran parte basado en mi invitación a la originalidad en LinkedIn y el resto de las plataformas.
La agenda del día de hoy es:
📰 Resumen de noticias
🍎 Steve Jobs y los misfits
🎾 Un meme
🗞️Resumen de noticias
El retorno de la piratería: Con la irrupción de Spotify y Netflix daba la impresión que los productores musicales y de cine decían adiós a la transmisión ilegal de contenido, ¡pero no! La constante fragmentación de servicios y alza de precios ha llevado a más usuarios a recurrir a la piratería.
Medio billón de dólares ($500 billion dollars): En eso valoraron a OpenAI algunos inversionistas en el mercado privado. Entre los que adquirieron en el mercado secundario hay actores como Softbank. ¿Es este el peak o va a seguir creciendo?
La memoria de Claude está mejor: Anthropic instauró un cambio importante en su modelo aumentando la capacidad de memoria en 5 veces. ¿Qué significa esto? La comprensión del contexto permite agregar toda la trilogía del Señor de los Anillos como contexto (antes era equivalente a solo el Hobbit).
¿Por qué los founders exitosos son (casi siempre) bichos raros?
Cuando pensamos en Steve Jobs, la mayoría de los millennials recuerdan la imagen pulida: beatle negro, escenario minimalista y el mundo conteniendo la respiración mientras presentaba el iPhone, el iPad o el MacBook. Todo ensayado al milímetro.
Pero ese no era el Steve Jobs de 19 años. En Atari, donde trabajaba reparando placas, sus colegas se quejaban de su mal olor, de que no usaba zapatos y de lo insoportable que podía llegar a ser. El mismo genio que luego cambiaría varias industrias parecía, en ese momento, un “bicho raro” más.
En la industria de la tecnología, Steve Jobs es considerado uno de los ejemplos más emblemáticos de los founders. Especialmente por su capacidad de volver a la empresa que lo despidió y evitar su salto al abismo.
Pero Steve nunca fue normal, pudo pulir algunas de sus asperezas personales, pero jamás fue capaz de ser el ejecutivo que (muchas veces) le pidieron que fuera. Y esa autenticidad vino con lo bueno y lo malo.
Acompañado por otros
Al escuchar historias de otros fundadores uno descubre que Jobs no es la excepción, sino apenas un caso más extremo. Los que buscan revolucionar industrias suelen tener un patrón en común: no piensan como la mayoría.
Yo también creía que esto era exclusivo de los tech founders. Pero después de escuchar casi 80 episodios del podcast Founders, entendí que da lo mismo si hablamos de Bill Gates, Henry Ford o Benjamin Franklin: todos tenían peculiaridades que los sacaban de la norma de su época.
La importancia de ser radicalmente original
Mi tesis es simple: los que construyen compañías gigantes son distintos, y sus diferencias explican su éxito.
Cultivar esa rareza les permite ver el mundo con otros ojos, confiar en esa visión y moverse en dirección contraria al resto del mercado.
Si uno revisa sus infancias, encuentra un patrón: muchos eran lo que Jobs llamaba misfits. Nunca del todo cómodos en el lugar en que estaban, siempre un poco extraños, siempre incómodos para quienes los rodeaban.
Esa incomodidad se traduce en menor aversión al riesgo, intereses obsesivos en temas que a nadie más le importan y una mirada de futuro que los demás no logran ver. Para la mentalidad más asociada al status quo, esas tareas parecen imposibles. Para un founder raro, son inevitables.
Cuando la industria se equivoca
La mayoría de las startups fracasan porque esa mirada distinta está equivocada. Lo que para el fundador es una oportunidad, para el resto del mercado es un error evidente.
Pero a veces ocurre lo contrario: es la industria la que se equivoca. Y en esos momentos hace falta un bicho raro, con la convicción y la valentía para desafiar lo establecido y capturar el mercado que nadie más vio.
👉 Quizás esa es la gran lección: no es que haya que ser raro por deporte, sino que la rareza es el precio de pensar diferente lo suficiente como para cambiar el mundo.

Ya, dime la verdad. ¿Cuántas veces te has metido a leer time2build y no te has suscrito? Hazla corta, click abajo y léelo en tu mail.
👽Zona de memes👽

Yo después de enviar un time2build después de dos semanas…
Coman bien y cuídense. Nos vemos la próxima semana.